JUAN JOSÉ ÁLAMO MORANTE, MIEMBRO DE LA GUARDIA CIVIL. CONOCE SU HISTORIA

INTRODUCCIÓN: ¿CONOCES A JUAN JOSÉ ÁLAMO MORANTE?

 

Juan José Álamo Morante es miembro de la Guardia Civil, especializado en homicidios por imprudencia grave, es Licenciado en Derecho, Doctor en Derecho y Máster en Investigación y Reconstrucción de accidentes de tráfico por la Universidad de Valencia. Ha sido galardonado con el Premio de La Real Academia Española de Jurisprudencia y Legislación y con la Medalla de la Seguridad Vial, así como con la Cruz de Plata al Mérito del Cuerpo de la Guardia Civil, entre otras condecoraciones y reconocimientos. Actualmente ejerce como preparador de oposiciones a Guardia Civil en Academia Teba.

Es autor del libro “HOMICIDIO POR IMPRUDENCIA GRAVE DERIVADO POR ACCIDENTE DE TRÁFICOen el cual, tras varios años de arduo trabajo, combina su propia experiencia personal como investigador de accidentes de tráfico, con un análisis dogmático del homicidio por imprudencia grave y ha colaborado con diferentes artículos en varias publicaciones como la Revista Española de Abogados especializados en responsabilidad civil y seguro.

 

-¿Siempre quisiste ser Guardia Civil?

Sí,  sin lugar a dudas. Soy hijo de un Guardia Civil y desde que tengo uso de razón quería formar parte del Cuerpo. Recuerdo esperar en la puerta del Cuartel el regreso de la pareja de servicio para ver como entraban en el acuartelamiento y daban las novedades al Comandante de Puesto. Hoy miro atrás y aprecio a aquellos hombres, duros, fuertes y entregados, que después de muchas horas de servicio, regresaban a la Casa Cuartel, cansados pero con la satisfacción del deber cumplido. Cuando ya eres miembro del Cuerpo, lo entiendes bien porque lo vives a diario

 

 

 

-¿Qué te motivó a formar parte de las Fuerzas del Cuerpo de Seguridad del Estado?

La verdad es que, los años en que decidí ser Guardia Civil eran años complicados ya que existía un grave problema de terrorismo en España y muchos amigos me decían que asumía un grave riesgo. Cada vez que aparecían noticias en los medios de comunicación sobre atentados con fallecidos mis amigos me decían que cambiase de opinión. Yo nunca dudé de mi vocación. Cuando hablo con mis alumnos durante mis clases les indico que ser miembro de la Guardia Civil exige vocación porque el servicio es duro y complejo, pero que merece la pena. La carrera profesional en la Guardia Civil es como una aventura. Es un trabajo diferente cada día y no sabes lo que te vas a encontrar. Tras muchos años de servicio puedo afirmar que merece la pena, por muchos motivos.

 

-Cuéntanos un poco sobre el inicio de tus primeros pasos en tu trayectoria como preparador de oposiciones de Guardia Civil

Como todos los inicios, fueron difíciles. Iniciar una andadura como profesor en un proyecto nuevo exige muchísimo esfuerzo. Comencé con un único alumno (hoy es Sargento) hace ya veintitrés años. Aquellos primeros años de enseñanza tradicional con pizarra y tiza me marcaron.

 

-¿Cómo has plasmado tu experiencia en tu método de enseñanza?

Trabajo, esfuerzo y sacrificio. No hay varitas mágicas en la vida en general ni en la preparación de oposiciones en particular. En el mundo de las academias preparatorias hay mucha publicidad, en muchas ocasiones muy engañosa y parecen afirmar que es muy fácil sacar una plaza si te preparas con ellos. Eso no es así. La formación cambia con los años y el preparador ha de ir evolucionando para adaptarse a los tiempos, a las nuevas tecnologías, a los cambios de temario y también al cambio en el perfil del opositor. No tiene nada que ver una oferta de empleo público con cinco mil plazas a una con cuarenta y ocho salvo en una cosa. Ambos casos exigen esfuerzo y dedicación.

 

-¿Cuánto tiempo llevas como preparador de oposiciones de Guardia Civil? ¿Nos puedes dar un número aproximado de alumnos que hayas preparado?

¿cuántos de esos alumnos han conseguido una plaza?

Pues son ya veintitrés años y no puedo ofrecer un número aproximado de alumnos que han seguido mis clases. He tenido varios alumnos que han conseguido ser número uno en la oposición. Años con muchos aprobados con relación al número de plazas. Recuerdo particularmente un año con cuarenta y ocho plazas en total por libre en que aprobaron once de mis alumnos, entre ellos una compañera que quedó número uno de la promoción, pero no es algo que tampoco me obsesione. Miro al pasado con satisfacción y a cada uno de mis alumnos de forma individual. Recuerdo a muchos de ellos, especialmente a los primeros. No me gusta obsesionarme con números ni con porcentajes, quizá porque cuando uno va cumpliendo años empiezas a considerar que las personas no son números. Entiendo que desde un punto de vista comercial los centros publiciten sus resultados o porcentajes porque al fin y al cabo son empresas, pero si que espero que lo hagan honestamente y sin engañar a nadie.

 

¿Qué requisitos debe cumplir una persona que quiera pertenecer al equipo de la Guardia Civil?

Con independencia de los requisitos objetivos que se establecen en las correspondientes convocatorias, lo que un aspirante debe saber es que el esfuerzo, el sacrificio y la constancia son valores absolutamente fundamentales para ser miembro de la Guardia Civil.

 

-¿Qué metodología de enseñanza emplea en sus clases?

Me gusta ser minucioso y explorar cada hueco de los conceptos jurídicos. Muchas veces digo a mis alumnos que debemos exprimir cada artículo hasta lograr extraer “aceite jurídico”. Buscar la excelencia en la preparación es muy difícil, pero es lo que, después de tantos años, sigue suponiendo un reto para mi.

 

El temario es extenso y muy diverso. Hay temas muy interesantes, especialmente los que tienen más relación con nuestra vocación. Mis alumnos disfrutan mucho de las clases de Derecho Penal o Derecho Procesal Penal. Hay otros que llaman menos la atención porque son menos llamativos. En ese caso, debemos buscar la atención con otros recursos. Al final cualquier profesor tiene sus recursos para lograr mantener la atención de sus alumnos incluso en la exposición de temas tipo “ladrillo”.

 

-¿Algún consejo para optimizar el tiempo de estudio?

No hay varitas mágicas. Cada persona es diferente. Se pueden dar orientaciones pero cada opositor es quien mejor se conoce. Hay personas que estudian mejor durante la noche, otras se levantan temprano, unos que hacen esquemas y otros a los que les gusta seguir el tenor literal de los preceptos. Al final todo es trabajo, trabajo y trabajo. Estudiar y hacer muchos cuestionarios. Pero realizar los cuestionarios sin corregirlos posteriormente para analizar cada error no sirve de nada.

Algunas veces mis alumnos me han indicado que sería conveniente poner en cada pregunta de los cuestionarios el artículo del que he sacado la pregunta para facilitarles la corrección. Siempre me he negado a ello porque cuando se tiene que buscar en el temario el lugar exacto en el que estaba la pregunta, se profundiza en la estructura y contenido de cada norma y eso al final es trabajo.

En definitiva, lo que uno debe hacer es ir viendo la forma en que se incrementa el aprovechamiento de las horas de trabajo de forma individual, ir probando y quedarse con aquellas rutinas que sean más productivas para cada uno.

 

-¿Qué es lo que más valoras en un alumno? Con respecto a sus actitudes y aptitudes.

El esfuerzo y el compañerismo. Puedo presumir de que la mayoría de mis alumnos ayudan a sus compañeros cuando lo necesitan. Me gusta muchísimo que se genere un buen ambiente de trabajo en el que los alumnos se respeten y se ayuden entre sí. Cada vez que alguno de ellos tiene un problema o duda y se ve apoyado por otros sigo creyendo en que el Cuerpo tendrá muchísimos años de continuidad.

 

-¿Alguna vez has formado parte del jurado que corrige las pruebas de acceso?

No, nunca. Sería completamente incompatible con la preparación de oposiciones. No puede formar parte del Tribunal ninguna persona que prepare a opositores ni tampoco estar destinado en la Jefatura de Enseñanza.

 

-Si tuvieras que darles un consejo a los opositores y opositoras a Guardia Civil, ¿cuál sería?

Muy fácil. Trabajo, constancia y tener claro que, al final, quien tiene claro el objetivo lo logra con independencia de lo sinuoso que sea el camino.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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